*Por
María Victoria Ureña
Santo Domingo Oeste.-
Las dos actividades celebradas por separadas este miércoles 6 de marzo por los
perredeístas anuncian un mal presagio, al parecer las rencillas y desacuerdos
seguirán viento en popa.
Ambos
grupos depositaron sendas ofrendas florales y rindieron honores al líder de su
partido, doctor José Francisco Peña Gómez, un hombre ‘excepcional’, que venció
las más duras vicisitudes, únicamente para trabajar con pasión por el bienestar
de su pueblo, que hoy por hoy sus seguidores se han distanciados de la línea
programática que Peña Gómez trazó.
Peña
Gómez falleció el 10 de mayo de 1998, y, desde su partida, esa organización se
ha convertido en un rin de lucha y boxeo sin límites de tiempo y sin árbitros
entre ellos mismos, acciones que no les ha permitido volver al poder, porque lo
particular es más fuerte y principal que lo general en el PRD.
Mientras
el pueblo dominicano ve con asombro todo lo que pasa en el partido del ‘jacho’,
que lentamente su luz apenas tenuemente alumbra, porque los intereses
personales y los vientos huracanados lo están apagando lentamente,
descartándolo como opción de poder en los años venideros.
Da
pena que los dimes y diretes de los cabecillas de esa organización no dejan que
su líder descanse en paz. Me imagino que sus huesos suenan a cada rato por el
dolor de ver a su PRD, dividido en dos grupos, fuera del poder y, lo más penoso,
sin la esperanzas de ganar una lecciones por sus acciones turbulentas y
continuos enfrentamientos verbales y físicos.
Que
inteligencia estuvo el maestro entre los maestro, el profesor Juan Bosch, al
dejar ese partido y fundar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD). En
estos momentos, lo mismo estuviera pasando con él, ¡buena decisión profesor, tu
PLD sigue en el poder!
*María
Victoria Ureña es periodista y locutora. Encardada de prensa de la Oficina
Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA).