Por Raúl Germán B.
@RaulGermanB
Raúl G.B. |
Manoguayabo.-
Hoy
estuve mirando un escrito sobre las siete plagas que golpearon a Egipto a miles
de años, y me llegó a la memoria escribir sobre eso mismo, pero de aquí, de
este municipio.
En Santo Domingo Oeste hay siete grandes
plagas que impiden el crecimiento de sus actores principales, o la inmensa mayoría de ellos; están estancados y sin rumbo fijo y de éxito en la vida: envidia, odio,
resentimiento, persecución, enlodar el buen nombre de cualquier ciudadano,
irrespeto a la calidad profesional y el apandillamiento entre mediocres.
Después de lo descrito anteriormente no
hay que ser un genio para pronosticar el futuro inmediato y a largo plazo del
propio municipio y de estas personas, muchas de las cuales tienen acceso a
información y publican ante la vista de ciento y miles de personas.
Aprovechando la confianza que les dan
los lectores o cualquier autoridad o político, utilizan esos medios para vaciar
sus resentimientos y miedos en contra de quién sea; aquí no se respeta la
trayectoria ni aportes de nadie, cuando no es que tratan de esconderlos con la
descalificación.
Si bien es cierto que nadie necesita que
las siete plagas lo defiendan ni hable bien de ti, pero son personan que ‘meten’
cizaña todo el día, y su entorno está ‘cagado’ de tal forma que el hedor llega
hasta la luna.
Seguiremos viendo esto hasta que esta
generación sea pensionada, a la fuerza, por las personas que de forma
inteligente saben comprender los procesos, se adhieren a ellos para buscar
mejorías personales y familiares.
Cuando un individuo no tiene nada moral,
profesional, espiritual y personal que mostrar, en Santo Domingo Oeste, solo le
queda usar ese recurso: la siete plagas.