
Por Rafael Fernández
En la República Dominicana se están
dando cosas que al parecer, muestran como artífices de los males que afectan la
ciudadanía de manera odiosa a los responsables de organizar y resolver los
problemas. Por ejemplo vemos los actores principales del orden, corromperse en
bandas dentro de ellos mismos, cuando en verdad lo que deben es subsanar y
corregir el flagelo insidioso que nos atañe de manera directa e indirecta.