Por Raúl Germán B.
Fotos: Jonathan Reynoso
Arroyo
Bonito.- En estos momentos, el mundo y la República Dominicana
cuentan los contagiados, muertos y recuperados por el #COVID-19.
Mientras esto ocurre, el 10 de abril,
“Viernes Santo”, un grupo de vecinos de la barriada de Arroyo Bonito, en el
municipio Santo Domingo Oeste, tomaban el denominado "clerén" tapa
azul, Carta Dorada, frente a la casa #7, de calle número 3, por el puente seco.
En ese grupo, estaban Ernesto Sierra
Liriano (68 años), los denominados Caco, Chocolate, Pito y Tiro, quienes
fallecieron el domingo 12 de abril, “Domingo de Resurrección”.
El miércoles 15 de abril, visitamos la que
fue la casa de Sierra Liriano, en compañía del dirigente comunitario Jonathan
Reynoso, para conversar con la viuda del fenecido, la señora Colombina Paniagua
de Sierra.
Su residencia, que queda en el segundo
nivel de la Iglesia Misionera Pentecostal “Caminando sobre las aguas”, un hogar
sencillo con techo de cinc, todavía estaba “recogido”, como se dice en los
pueblos a los hogares que están de luto.
“El viernes, él comió habichuelas con
dulce, y el sábado también, aunque no tuvo apetito para comer más nada. Durmió
toda la tarde, cosa que yo me encontré rara, aunque se veía normal. Luego, en
la madrugada, una de mis hijas me dijo que estuvo vomitando. Cuando lo vi el
domingo, estaba con los ojos blancos, no podía casi respirar”, comunicó
Paniagua.
Precisó que a Ernesto lo llevaron al
subcentro de Las Caobas, como a las 8:30 de la mañana del 12 de abril, con la
presión en 280, muy elevada y, posteriormente, a eso, se le trasladó al
hospital de Engombe, donde murió.
Estos cinco hombres fallecieron al tomar
una bebida ilegal y adulterada; es misión de las autoridades encontrar a los
responsables, que en el país suman 54; el Ministerio de Salud Pública reporta
24 muertes, y la Policía Nacional, 30.