Por José Miguel Silva
@jomisilvamerino
Vanina Berghella. |
Lima,
Perú.- El periódico más importante del Perú, El Comercio,
entrevistó a la argentina Vanina Berghella, profesora universitaria y experta
en estrategia y gestión de proyectos digitales, quien habló de la naturaleza
del político 3.0 o de redes sociales.
A continuación se transcribe, inextensa,
las declaraciones de esta experta internacional:
-¿Qué
tan importante es para un político mantener una identidad digital?
La identidad digital debe ser un reflejo
de nuestra propia identidad personal y profesional. Por lo tanto sí, efectivamente
es importante que en los entornos digitales toda personalidad pública
(políticos, celebridades, etc) tenga su identidad digital cuidada y bien
gestionada. Tanto los medios como la ciudadanía estarán conversando y generando
contenidos acerca de estas personas en sus espacios digitales, por eso es
fundamental que, en este caso los políticos, también lo hagan en sus propias
plataformas digitales para que su palabra tenga sustento y visibilidad propia.
En muchos casos, lo que se publica en sus perfiles personales pude servir para
desmentir acusaciones o para complicar más a la persona si no fueron cuidadosos
con las publicaciones realizadas anteriormente.
-Se
dice mucho que las redes sociales no definen una elección. ¿Qué tan cierta es
esta frase y por qué?
Si tomamos el caso de Obama, en su
primera elección a presidente por los Estados Unidos, en el 2008, podemos
asegurar que, en gran parte, la estrategia digital que realizó su equipo de
campaña ayudó a que el exsenador alcance a un electorado que no lo conocía.
También le permitió ser visible ante los medios de comunicación. Claramente,
aquella estrategia de marketing y comunicación digital fue la primera en
mostrarse tan sólida y organizada. Excedió a lo que era una campaña electoral y
se convirtió en espejo para las campañas digitales publicitarias en general.
-¿Y
un ejemplo dónde no hubo tanto éxito?
Luego hubo el caso del candidato a
presidente de Colombia Antanas Mockus, que desarrolló una muy buena e intensa
campaña, del mismo estilo que la de Obama y, sin embargo, no logró el objetivo
esperado. Especialmente en Latinoamérica los resultados no son los mismos,
primero porque no existe el mismo nivel de penetración a Internet y los medios
digitales que en los EEUU y segundo porque los propios políticos no confían
100% en estas estrategias.
-¿Cuáles
son los errores básicos que comete un político en su cuenta de Twitter?
El primer error es no involucrarse
seriamente en las estrategias digitales, que parten desde no gestionar bien sus
propios perfiles, hasta no apostar a una estrategia digital integral. Como
mencioné antes, una estrategia implica dedicación, trabajo y apuesta en el
tiempo. Son acciones a mediano y largo plazos, cuando no son consistentes
tampoco funcionan. La audiencia no es tonta y se da cuenta de que es solo una
puesta en escena para mostrarse modernos y ‘cercanos’ a la ciudadanía.
-
¿Se descuida mucho la interacción con los cibernautas?
Es decir, no responden, no se involucran,
bloquean usuarios que son críticos, etc. Y ese es el máximo potencial de todo
esto. Si bien es claro que aquellas personalidades que tienen muchos seguidores
no podrán responder a todos de forma personal, sí podrían hacerlo en algunos
casos y en otros dejar que sus colaboradores retomen el contacto cuando sea en
caso de pedidos, reclamos o solicitudes de ayuda.
-¿Tener
más 'Me Gusta' en Facebook puede garantizar algo a futuro?
Los perfiles sociales con mayor cantidad
de fans o seguidores no garantizan que el mensaje llegue como se espera, no
garantiza participación de esta comunidad y mucho menos que este volumen de
usuarios se refleje en electores. Por un lado es sabido que muchos estrategas
utilicen acciones desleales para adquirir nuevos seguidores y no son usuarios
que llegan de forma orgánica. Si bien no está mal generar una acción de pauta,
por ejemplo con Social Ads en Facebook, es importante detectar y seleccionar
bien el tipo de usuario que se busca atraer y luego desarrollar una correcta
estrategia de comunicación para que los mensajes que se publican sean valiosos
y con sustento. Las comunidades on line
están desbordadas de información y para que participen necesitan mensajes
diferentes y bien pensados.
-¿Es
mejor que el candidato en una elección contrate un equipo externo de personas
para que le manejen las redes sociales o que designe a gente de su confianza
–con conocimientos del tema - para este trabajo?
Dependerá mucho de los recursos con los
que disponga el candidato y del nivel de visibilidad que tenga, pues eso
repercutirá en el caudal de interacciones que reciba por parte de los
usuarios. Por lo general, lo ideal es
que los perfiles más personales como es el caso de Twitter y Facebook los
gestione un asesor personal de extrema confianza que permanentemente informe al
candidato sobre lo que dicen sus seguidores y a la vez publique cuestiones de
coyuntura y ligadas al quehacer diario del candidato. Perder la proximidad de
esto puede generar que el personaje cometa errores o quede expuesto antes
preguntas de periodistas. El resto de las plataformas podrán ser gestionadas
por otra parte de su equipo de comunicación, contando con información actualizada
y cercana del candidato para que no haya una disociación entre lo que se ve en
ciertos perfiles y otros.
-¿Cuál
debería ser el perfil de un Community Manager que trabaja en el campo político?
En el caso de los políticos o personalidades
con mucha exposición, la persona designada a gestionar sus perfiles digitales debe,
ante todo, ser de mucha confianza. Además debe contar con buen manejo de la
comunicación (escribir sin errores, saber comunicar) y de las técnicas
digitales propias de cada red (por ejemplo, si utiliza Twitter saber cada
codificación como ‘hashtags’, ‘RTs’, etc; para demostrar que se conoce la
plataforma y el entorno). También debería ser un buscador de tendencias para
inducir al político a sumarse a nuevas plataformas que lo muestren innovador en
el uso de plataformas digitales.