Por Raúl Germán B.
@RaulGermanB
Manoguayabo.-
Cuando
Francisco Peña Pérez (Francis) asumió la alcaldía del municipio Santo Domingo
Oeste (SDO), el 16 de agosto de 2010, la juventud se sintió más que
representada.
En ese momento, Francis era el alcalde
más joven del país, en quien pesaba la difícil tarea de igualar y superar nada
más y nada menos que a Francisco Peña, su propio padre.
Francis pudo derrotar, aunque con escaso
margen, a la poderosa estructura local del Partido de la Liberación Dominicana
(PLD).
José Andújar, quien seis años después se
iría del PLD al Partido Revolucionario Moderno (PRM), representaba las aspiraciones
de 77 o 78 Comités Intermedios, en SDO.
¡Ah!, pero qué pasó al poco tiempo de
Francis asumir la alcaldía: hubo que cancelar a “valiosos compañeritos de las
bases”, para poder adaptar la nómina a las exigencias de la Contraloría y la
Cámara de Cuentas. Hubo que “limpiar la casa”.
¡Ay, concho!, esto generó un “boca a
boca” negativo entre los mismos perredeístas, quienes satanizaban al “hijo” y
endiosaban al “padre”. ¡Cosas de la vida!
Esta situación, fortuita o provocada,
fue pasada por alto por su equipo de asesores y por el de Comunicaciones o de
Relaciones Públicas (RR. PP.), el cual debió de preparar un plan de
contingencia para mantener y mejorar la imagen de Francis; eso es lo que busca,
al fin y al cabo, las RR. PP, como disciplina.
¿Pudo un buen plan estratégico de RR. PP.
hacerle pensar (creer) a los “valiosos compañeritos de las bases” que Francis “actuaba
presionado por el gobierno contrario del PLD”?, es muy posible.
El equipo de Comunicaciones, quizás
aupado por Francis, o por no entender que seis años se van volando no fijó en
la mente de los perredeístas que “esas cancelaciones eran inevitables,
compañeros”.
Ese fue el primero de los obstáculos
comunicaciones y de imagen que presentó el joven alcalde: luego comenzaron los
señalamientos por la no terminación de la funeraria municipal, la
arrabalización del municipio, la falta de transparencia, pedimentos de obras
prioritarias, como parques, entre otras.
Pero, siendo justos, ¿no son esas las
mismas demandas que reciben todos los alcaldes de la República Dominicana?
Y un hecho que llama la atención,
también, fue que muchos de los colaboradores iniciales a su gestión renunciaron
o fueron despedidos, actos que generaron muchos ruidos en el municipio y fuera
de él.
¡Ah, Compay Gallo!, pero todas estas
amenazas se quedaron cortas, cuando se lea la que consideramos la más
determinante para que Francis fuera sacado, casi por la fuerza, del escenario
político del 2016: Francisco padre en campaña permanente, comiendo los
caramelos al equipo del hijo.
Esto fue tan determinante, y ahí
volvemos al “boca a boca”, que ya la gente decía, no sé de dónde sacaba
números, “que Francis tenía un 5% de intención de votos, por eso no le ganaba a
ningún candidato del PLD o del PRM”.
Estas expresiones fueron las que “obligaron”
a Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, a seleccionar a Francisco por
encima de Francis, a pesar de que el acuerdo con el PLD le daba la prioridad a
Francis, por encima de cualquier otra opción.
No solo que Francis se quedó sin el
caramelo de la alcaldía, sino que no pudo ser candidato a diputado, como se
orquestó, también.
Los seis años al frente de la alcaldía
debió dar el suficiente espacio a Francis Peña y su equipo para poder ser
opción electoral en este 2016, pero, por cosas de la vida, tendrá que reunir a
sus tropas y preparar un discurso que invite a la “transición al nuevo camino”.
Francis, en política, la primera guerra
se gana en la opinión pública, trabaja tu imagen, insiste y crea en las RR.
PP., la Comunicación Política y las estrategias de redes sociales.