Por Raúl Germán B.
@RaulRedaccion @PoliticasyPoder
Santo
Domingo.- La victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton
demuestra que los políticos de “viejo modelo” están fuera de la agenda de los
electores.
El republicano Trump obtuvo 276 votos
electorales, y la demócrata Clinton, 218, además de que los republicanos se
quedan con mayoría en el Senado de los Estados Unidos y la Cámara de
Representante.
Con esta victoria el señor Donald Trump
se lleva de paro a famoso “establishment”, que no es más que la élite que
gobierna e influye en Estados Unidos.
Se fueron contra él los medios
tradicionales de comunicación (demostraron que no tienen credibilidad ni
influencia ante la población), las encuestadoras (ya para muchos, estas fueron
hechas en oficinas), los artistas, los deportistas, los banqueros, ricos y
demás.
¿Y por qué gana Donald Trump, que se
peleó con los mexicanos y sus influyentes medios, con los famosos, con los
líderes de su partido, con inmigrantes y otros sectores importantes?, porque
sus asesores sabían que ese grupo que hemos mencionado no tienen poder de
decisión el día de las elecciones.
El equipo de Trump se concentró en el
voto de estadounidense blanco, sobre todo, y le dio resultado. Él levantó la
bandera del nacionalismo a ultranza y dejó ver la posibilidad de devolverles a
ellos su hegemonía y poder adquisitivo, que perdieron en los pasados 16 años.
Y con su victoria en la Florida, ya
muchos analistas sabían que sería presidente de los Estados Unidos, ya que allí
viven e influyen muchos latinoamericanos.
El “viejo modelo” (comenzando dentro de
su propio partido, en el cual no tiene tres años) de la política cae derrotado
ante un empresario, al que acusaban de evadir impuestos y que está quebrado,
sin experiencia en la política
El “establishment” acumula millones y
millones y la inmensa mayoría de los estadounidenses viven con limitaciones,
dos mundos en un solo país.
Y la moraleja de estas elecciones es que
para ganar usted debe de ser sincero, no ser un simulador, aún sus pensamientos
sean equivocados o lejos del gusto del “establishment”.