Andrés Travieso
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Andrés Travieso. |
Santo
Domingo Oeste.- “Y nuestros enemigos dijeron: No sepan,
ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la
obra”, Nehemías 4:11 de la Santa Biblia.
La misión del líder.- Nehemías fue el hombre que Dios levantó, y preparó, para liderar
a su pueblo en la inmensa tarea de reconstrucción de los muros de la ciudad de
Jerusalén.
Condiciones necesarias.- Carácter,
tacto, desprendimiento, organización, habilidad, sabiduría, humildad,
sacrificio personal, fervor patriótico, buena comunicación, comunión con su
Creador y perseverancia son algunas de las cualidades que notamos en la vida
del líder llamado a levantar las puertas de la ciudad de David y devolverle la
seguridad y protección que había perdido en el tiempo que la sitió
Nabucodonosor.
En su tamaña misión, los peligros y las
adversidades se hicieron presentes a cada instante. Oposición política,
carencias económicas, falta de líderes-colaboradores, críticas aviesas,
oposición religiosa, intimidaciones, amenazas, falsas profecías, murmuraciones
y ataques feroces fue la estela de oposiciones y obstáculos que llegaron hasta
el “cuero” del siervo de Dios con la finalidad de que desistiera en sus
esfuerzos de quitar la afrenta de la ciudad.
Pero el líder tenía cuero de cocodrilo.-
Nehemías no respondió con espada a sus adversarios. No tomó látigo. No abandonó
la obra. No desmayó. No se sentó a llorar- pues, no era tiempo para
lamentaciones. Nehemías lleno de una fuerza sobrenatural, frente a los
enconados ataques respondió: “¿Un hombre como yo ha de huir?”.
Y el Señor le concedió buen éxito.- Con
esa manifiesta valentía, Nehemías, tapó la boca a sus adversarios y pudo
terminar la obra encomendada por el Dios de Israel en un tiempo récord (solo
tardó 52 días). Y el pueblo se alegró, alcanzó paz y seguridad.
La Huida es inadmisible.- Un hombre del
nivel espiritual de Nehemías no huye. Un hombre que ha experimentado las
maravillas de Dios se mantiene de pie frente al ataque.
El hombre que está plenamente convencido
de que el Señor lo llamó a una misión no se deja intimidar por nada ni por
nadie. El norte del hombre de Dios no es responder críticas ni dedicar tiempo a
analizar las patrañas de los enemigos de la reconstrucción, de la obra de Dios.
El hombre de Dios no corre. El hombre de
Dios se mantiene firme en su propósito. Firme en su puesto asignado por el
Todopoderoso. Firme hasta culminar la labor. No hay razón para la huida. Dios
está con nosotros y si Dios está con nosotros ¿Quién contra nosotros? La huida
es inadmisible en la vida de un líder como Nehemías.
La defensa indestructible.- En Dios
confiamos. Dios es nuestro escudo. El Dios de Israel peleara por nosotros. De
Jehová es la venganza. El es el fuerte en la batalla. El nos llamó a hacer una
obra para Él, y para bendición de su pueblo. Sus ángeles acampan alrededor de
nosotros. En este camino que Dios nos ha trazado estamos transitando como el
que busca una corona. Jehová es nuestro pastor y el buen pastor su vida da por
sus ovejas.
Por tanto, decidles a Sanbalat y a
Tobías que: un hombre como yo no ha de huir.
*Andrés Travieso, director de la
Fundación Voluntad Educativa de Herrera.