Juan Terrero Pérez*
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Juan Terrero. |
Manoguayabo,
Santo Domingo Oeste.- Desde los tiempos de
la “guerra fría”, ha transcurrido ya muchos años, se viene hablando de la caída
del imperialismo yanqui, amparado en la máxima de que “todos los imperios
caen”. Cayó el Gran Imperio Romano de
Occidente.
En enero de 1964, el
periodista chileno Robinson Rojas concluyó, su libro titulado “Estos mataron a
Kennedy”, en el que desglosa la conspiración que hubo en la época, orquestada
por el Gran Capital estadounidense para lograr el asesinato del presidente John
Fitzgerald Kennedy, lo que se atribuye a un grupo de empresarios, generales y
senadores, enquistados en esos emporios financieros.
Se hace una cita de un
discurso del presidente Kennedy, cuatro días antes del atentado que acabó con
la vida del gran estadista estadounidense y que pondría se “la tapa al pomo”
para seguir la conspiración que dio el final a la vida de Kennedy:
“…Decenas de millones
de nuestros vecinos hacia el Sur, viven en la pobreza con un ingreso anual de
menos de 100 dólares; que los promedios de vida en casi la mitad de los países
de la América Latina es de menos de 50
años; que la mitad de los niños no tienen escuelas; que casi la mitad de
los adultos no pueden leer ni escribir; que decenas de millones de residentes
urbanos viven en condiciones inaguantables; que millones más en las zonas rurales padecen de enfermedades que se
podrían curar fácilmente, pero que no tienen esperanzas de recibir tratamiento
médico; que en vastas zonas existen
hombres y mujeres debilitados por el hambre, mientras que poseemos las
herramientas científicas requeridas para producir todos los elementos
necesarios…”.
Y continuaba:
“… Estos problemas, que
constituyen una realidad en gran parte de la América Latina, no se pueden
resolver, solamente, con quejas contra Castro (Fidel), o achacándole la culpa
al comunismo, a los generales o al nacionalismo. La dura realidad de la pobreza
y de la injusticia social no desaparecerá solamente con la promesas de buena
voluntad…”.
Decenas de tratadistas
del quehacer político internacional sostienen
que América Latina es la última región que Estados Unidos, “se puede dar
el lujo de perder”.
El día que eso ocurra,
habrá terminado un período en la historia; el período de los Estados Unidos. Y
en ese instante, usted podrá leer ensayos con este título: “Nacimiento y Caída del Imperio
Norteamericano”, han expresado algunos analistas.
Entonces, si observamos
el giro que viene dando la correlación de fuerzas de muchos gobernantes
latinoamericanos que muestran contradicciones con la política estadounidense
hacia nuestros países, se podría colegir que América Latina va camino a zafarse
de las garras del imperialismo yanqui.
Las posiciones que
asumen gobernantes de Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros países
latinoamericanos y del Caribe, son muestras más que elocuentes de que si los Estados Unidos quiere seguir ejerciendo
su hegemonía sobre esta región, será necesario revisar el tratamiento que ha dado la gran Nación del Norte a los
pueblos latinoamericanos y del Caribe.
*Juan Terrero Pérez es
un periodista y analista político de Manoguayabo. Correo: joeltepe@hotmail.com.