Por Juan Terrero Pérez*
Juan Terrero. |
Santo Domingo Oeste.-Ramiro Matos González, exsecretario de las Fuerzas Armadas, exjefe de la Policía Nacional, entre otros importantes cargos más, desempeñados; quien, gracias a Dios, vive aún, nos declaró en febrero de 1998, a raíz de una serie de reportajes que escribimos para el desaparecido diario La Nación, con motivo del 25 aniversario del desembarco por playa Caracoles, que “Milo Jiménez, Enrique Pérez y Pérez y Juan René Beauchamp Javier son los únicos que conocen en detalles de los hechos que culminaron con la muerte de Francisco Alberto Caamaño Denó”, exaltado el pasado 24 de abril como Héroe Nacional al Panteón de la Patria.
Ramón Emilio Jiménez Reyes (Milo), y Enrique Pérez y Pérez viven, y ambos ocuparon la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas y otros cargos relevantes, durante la dictadura de los doce años que encabezó el doctor Joaquín Amparo Balaguer Ricardo.
Beauchamp Javier murió raramente en un incidente hace unos años en una finca de su propiedad, en la provincia María Trinidad Sánchez.
Cuando publicamos esos reportajes, Beauchamp Javier, Pérez y Pérez ni Milo Jiménez rebatieron los argumentos de Ramiro Matos, también ex alto jerarca militar durante los desagradables doce años de gobierno de Balaguer de 1966-1978.
Ya el crimen perimió. Ya no es posible acusar a esos ex altos oficiales militares de asesinos de guerra, pero para la historia, Milo Jiménez y Pérez y Pérez, que aún viven, deberían explicar al país que realmente pasó con el coronel Caamaño Deñó, quien fue “agarrado” vivo, levemente herido en una pierna, según testimonios comprobados.
El oficial que entregó vivo a Caamaño fue el hoy general Raúl Almonte Lluveres (Llaverito), quien en una ocasión fue comandante de Operaciones Especiales de la Policía Nacional, en Manoguayabo; y quien tiene como botín de guerra el reloj de Caamaño.
Almonte Lluveres, en el momento de las guerrillas de Caamañao, era segundo teniente del Sexto Batallón del Ejército Nacional, los denominados Cazadores de Montañas de Constanza.
Un hecho histórico de esa naturaleza no debería quedar en la nebulosa en que se encuentra, por lo que sostenemos que los generales retirados Enrique Pérez y Pérez y Ramón Emilio Jiménez Reyes deberían hacer un aporte a la historia dominicana y explicar quién dio la orden para el fusilamiento del ‘Héroe de Abril’, y si es verdad que cuando le comunicaron a Balaguer que habían capturado con vida a Caamaño, este respondió: “Ese es un preso muy pesado”; lo que ellos interpretaron como una condena a muerte.
Empero, toca a estos dos actores de primer orden de estos hechos, definir para la historia que fue lo que pasó ahí; ¡para la historia, reiteramos!
*Juan Terrero Pérez es un experimentado periodista, residente en Manoguayabo.