Por Raúl Germán B.
@raulredaccion
El hedor envenena a los vecinos de estos lugares. |
Santo
Domingo Oeste.- El municipio Santo Domingo Oeste, entre
otras cosas, es famoso por la gran cantidad de cañadas que coexisten aquí.
Aquí tenemos las cañadas de El
Libertador, Buenos Aires, Guajimía, El Control,
Loyola, entrada del ‘play’ Juan Guzmán, cañada o cloaca batey Bienvenido, de El Café, Los
Pinos, cañada del ‘play’ Buenas Noche, cañada Lechería, La Esperanza, el cruce
de Manoguayabo con 27 de febrero, entre otras (la mayoría de estos lugares son
afectados por la cañada de Guajimía).
Lo penoso de todo esto, a propósito de
la temporada ciclónica que se inicia este sábado primero de junio, es que a
ninguna autoridad edil ni del Ejecutivo le preocupa esto.
Cuando estos aguaceros estén ‘en sus
buenas’, los miles y miles de munícipes pasarán las de ‘Caín’, ante la mirada
indolente de las autoridades.
El municipio Santo Domingo Oeste, sobre
todo para la zona de Herrera, ha crecido de manera desproporcionada, sin
planificación ni control.
Da vergüenza ver cómo los residentes de
este municipio, exceptuando a los de Manoguayabo, viven ‘unos encima de otros’,
como si fuesen animales, pero de la peor clase.
Esas paradas de la 27 de febrero, entre
Loyola y la entrada de Bayona, muchas de ellas son llamadas ‘paradas del bajo’,
por el hedor permanente que hay allí.
Las personas que residen por allí no
viven, desviven. Las enfermedades respiratorias son ‘el pan de cada día’,
sumadas a las de la piel.
El estado de miseria es tal que el mal olor es el “perfume” que
acompaña a los residentes de esos lugares. ¡Por Dios, hasta cuándo!
Nadie sabe si la Dirección de
Planificación de la Alcaldía de Santo Domingo Oeste está gestionando algún
proyecto, tendente a mitigar el impacto de la temporada ciclónica en los
alrededores de esas cañadas o si hay un plan de contingencia. La tradición dice
que no.
En lo que ‘el hacha va y viene’, los
habitantes de la periferia de estas cañadas esperan que alguna autoridad, ya
sea el Gobierno que encabeza el licenciado Danilo Medina o el Alcalde Francis
Peña, vayan en su auxilio, de una vez y por todas.