Por Francisco Luciano*
Santo
Domingo Oeste.- Ahora que el Poder Ejecutivo ha
desestimado la Ley que pretendía llevar de 5 a 7 años el tiempo de uso para los
vehículos a ser importados y después de ver los argumentos presentados por el
Ministerio de Hacienda para adoptar dicha decisión, considero oportuno someter
a la evaluación del Gobierno la presente propuesta, en interés de contribuir a
mejorar el parque vehicular de la República Dominicana, reducir la presión
sobre la Balanza de Pago, reducir el consumo de combustible, así como la
contaminación del medio ambiente, al tiempo que aumentan las recaudaciones del
Gobierno por este concepto y se reducen los precios de ventas de vehículos.
Proponiendo que el Gobierno dominicano
difiera el cobro de los impuestos aplicados a los vehículos nuevos, otorgando
un crédito directo a los adquirientes a ser cobrado en tres años, ya sea en
cuotas mensuales, trimestrales, semestrales o anuales que permitan garantizar
las recaudaciones fiscales por dicho concepto al tiempo que se beneficia a la
población y al medio ambiente.
Si un vehículo cuesta en el mercado
interno 60 mil dólares, y de estos 12 mil corresponden a tasas impositivas,
permitamos que el consumidor final reciba el vehículo abonando un 33% de los
impuestos y que en los dos años siguientes cancele la partida restante.
Esta medida reduciría a 52 mil dólares
el dinero líquido requerido para adquirir un vehículo del año, teniendo como
beneficio directo, que más personas podrán comprarse un vehículo de paquete y
que más personas puedan cambiarlo cada año, creándose una cadena de
consumidores en el mercado interno, pues los precios de compra y venta serían
más baratos, sobre todo para la clase media que acude a financiamientos
bancarios y dentro del financiamiento tiene que incluir la partida de los
impuestos que con esta modalidad no entrarían en la transacción, con lo cual el
pago de las cuotas será menos oneroso.
La aplicación de una política de esta
naturaleza va a reducir la importación de vehículos viejos, mejorando en el
mediano plazo el parque vehicular del país, de igual forma contribuirá a
reducir la importación de repuestos y el consumo de combustibles, pues a mayor
edad del vehículo mayor demanda de repuestos y mayor consumo de combustibles.
El Estado nada perdería, pues como
quiera cobrará los impuestos, y poseerá documentos de una cuenta por cobrar que
bien puede servir de respaldo para sus ejecutorias financieras de ser
necesario.
Esta sería una buena manera de hacer lo
que nunca se ha hecho en beneficio de una clase media, sobre cuyos hombros
descansa la economía del país.
*Francisco Luciano es catedrático
universitario y dirigente del PTD.