Por Raúl Germán B.
@raulredaccion
Pámel Pérez. |
Santo
Domingo Oeste.- Manoguayabo, hasta hace algunos años,
era un lugar, y lo es, donde residen personas trabajadoras, serias y pacíficas.
Comprobar esto es muy fácil, solo hay
que ver la cantidad de delitos y crímenes que se cometen en el país y el municipio
Santo Domingo Oeste y ver cuántos son nacidos y criados aquí.
Un caso deprimente y abusivo sucedió la
tarde de este lunes cuando un pistolero, que dicen los testigos que es un tal Juan Apolinar Rodríguez, asesinó, sin piedad, al joven Pámel Pérez, hijo de la señora Nena, de la calle
Pérez.
El señor Juan, se informa, fue a buscar, con una grúa, una planta eléctrica que le había vendido a Pámel y, al ver que no pudo llevarla, le dio un disparo en uno de sus costados, que le ocasionó la muerte.
Juan intentó huir por la avenida Los Beisbolistas y, casi llegando a la entrada de San Miguel, en el negocio de Papo Mieses, se detuvo y secuestró a Papo por un tiempo hasta que se entregó a la Policía.
El señor Juan, se informa, fue a buscar, con una grúa, una planta eléctrica que le había vendido a Pámel y, al ver que no pudo llevarla, le dio un disparo en uno de sus costados, que le ocasionó la muerte.
Juan intentó huir por la avenida Los Beisbolistas y, casi llegando a la entrada de San Miguel, en el negocio de Papo Mieses, se detuvo y secuestró a Papo por un tiempo hasta que se entregó a la Policía.
Este hecho, rechazado en toda su
extensión por la comunidad, trae luto a Manoguayabo.
Pámel, como todos los conocían, era un
buen maestro de mecánica y ahora estaba incursionando en el negocio de la
diversión, con el ‘Kambula Drink Billar’.
Se espera que la justicia actúe y que a
este matador le caiga todo el peso de la ley.