Estieny Martínez
Santo
Domingo.- En la historia política dominicana en la era
democrática ningún partido ha tenido éxito a no ser que se llamen PLD, PRD y
PRSC. Visto así podemos enumerar cantidades industriales de partidos políticos
minoritarios que no han tenido éxito o que, en su defecto, hayan aportado al
desarrollo del país.
Pero más difícil es encontrar partidos
que hayan nacido fruto de divisiones internas en los llamados “Grandes” y que
hayan logrado concitar apoyo de las mayorías dominicanas. El partido que más
organizaciones ha parido fruto de sus desavenencias internas ha sido el PRD,
quien vio nacer de sus entrañas al PLD, PRI, BIS,UD, entre muchos otros, y más
recientemente en la actualidad el PRM que aunque aún no es un partido
confirmado está camino a ello.
De todas esas organizaciones unas más
que otras en algún momento han tenido algún grado de protagonismo en el
espectro político dominicano, pero sin llegar ninguno a tener un éxito
consumado, de ahí se desprende la teoría que “El que se va, se va solo” y que
nadie que abandona un partido mayoritario tienen oportunidad de tener éxito
comenzando desde cero.
Al profesor Juan Bosch le tomó 23 años
construir y llevar el PLD al poder aún, teniendo la capacidad, experiencia y
formación para ello.
A pesar de toda esta historia que pesa
mucho a la hora de atreverse a predecir el éxito del PRM he sido quizás de los
pocos que visualizo por primera vez un grupo político con posibilidades de
tener un relativo éxito en un periodo de tiempo razonable, por diversas razones
como son el peso de dirigentes que han decidido abandonar el PRD, el
sentimiento de las bases de ese erosionado partido influenciadas por
acusaciones ciertas o no pero que han logrado dejar mal parado al presidente
del PRD, el cansancio de las diatribas y conflictos entre perredeístas y,
finalmente, el hecho de que también cuentan con Luis Abinader, una figura
relativamente fresca que puede encarnar perfectamente el relevo generacional
que tanto han necesitado.
Si bien es cierto que en inicios le vi
chance al PRM de no ser un simple partido minoritario (aunque claro de que no
tiene chances del alcanzar la presidencia en el 2016) y con capacidad de
desafiar al PRSC e incluso al propio PRD en las próximas elecciones, jamás
entenderé cómo es posible que continúen replicando los mismos errores que les
hicieron abandonar el PRD.
El éxito de esa organización está sujeto
a varias aristas que determinaran cuán lejos puedan llegar, Hipólito y Luis han
tenido diferencias públicas a la hora de fijar posiciones sobre temas de
interés nacional (eso envía un mensaje distorsionado de su objetivo), no pueden
seguir con la guerrilla interna, el tema de Hipólito o Luis para candidato de
cara al 2016 (deben definir eso con tiempo) para poder comenzar a crecer y
enfocarse en hacer oposición y tratar de desplazar al PRD dentro de la
percepción de la gente.
La estrategia de Luis Abinader ha sido
inteligente hasta cierto punto de mantenerse cerca de Hipólito, buscando ser el
heredero aventajado de ese liderazgo que de una manera u otra está llamado a
terminar en algún momento, no es menos cierto que deben controlar o al menos
intentarlo el manejo público del Ing. Mejía.
Mientras no logren controlar a Hipólito
y su forma inexplicable de hablar, les será difícil despegar realmente creo que
el PRM tiene un potencial que otras organizaciones emergentes no han tenido,
pero necesitan conseguir lo que ha sido imposible para ellos a lo largo de los
años, disciplina, ser más desprendidos de poder, enfoque y una propuesta real
de país.