LA
PLUMA INSTRUIDA
Por Carolina Cruz de Martínez*
Carolina Cruz de Martínez. |
Santo
Domingo Oeste.- “Les daré paz en la tierra y podrán
dormir sin temor alguno...De hecho perseguirán a sus enemigos... ¡Cinco de
ustedes perseguirán a cien, y cien de ustedes perseguirán a diez mil! Todos sus
enemigos caerán...” Deuteronomio 26:6-8.
La lucha de la mujer por sus derechos
inalienables en la vida cívica, social, legal y profesional ha podido
prevalecer por un principio: el poder de la unidad. Desde el inicio de las
corrientes feministas en el siglo pasado, mujeres con visión y pasión en común,
han podido pelear cohesivamente en las tres olas de feminismo comprendidas en
la historia.
La primera ola inició con la Convención
de Seneca Fallas en NY en el 1848, con más de 300 mujeres. Líderes como
Lucrecia Mott, Lucy Stone, Elizabeth Stanton y Susan B. Anthony dirigieron esta
fase inicial.
En los años 60, comenzó la segunda ola,
y en 1966, Betty Friedan funda la “National Organization for Women”. Treinta
años después, en la década de los 90, surge la tercera ola, la cual se ha
extendido hasta la actualidad. Estas tres olas provocaron el derecho de la
mujer al sufragio, a propiedad, a educación, entre otras cosas.
El poder de la unidad hace que nuestros
esfuerzos se multipliquen en efecto. Como dice en las Escrituras, si cinco de
nosotras nos unimos venceremos a cien, pero si podemos aumentar a cien de
nosotras, el efecto sería aplastante sobre diez mil obstáculos, adversidades,
crisis, etc.
Las injusticias sociales nunca han sido
contrarrestadas por llaneros solitarios. El trabajo en equipo es estratégico y
necesario. Dios está levantando un movimiento en los corazones de mujeres
dominicanas, que aplastará el oprobio y menosprecio a la mujer.
Así como esas olas iniciales alteraron
leyes, así las dominicanas provocaremos cambios perpetuos a nuestro favor, que
serán vistos de generación en generación.
*Carolina Cruz de Martínez, periodista profesional. Está dirigiendo, en estos momentos,
la Fundación Pedro Martínez y Hermanos, ‘Hay poder en aprender’, la cual está
localizada en el mismo corazón de San Miguel de Manoguayabo.
Esta institución, sin fines de lucro, es
única en su clase y está llevando una mano amiga y de ayuda a cientos de
jóvenes de San Miguel y zonas aledañas.
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