Por La Redacción
Pedro Martínez. |
Santo
Domingo.- Es ahora cuando Pedro Martínez dice entender mejor
la grandeza de su carrera, y en el contexto que logró sus impresionantes
números.
“Lo hice limpio. Cada día viene como
orgullo. Los fanáticos admiran mi carrera, y eso me hace sentir más feliz”, le
dijo Martínez al diario USA Today.
Entre 1999 y 2003, Martínez, apodado ‘El
Monstruo de Manoguayabo’, por su gran desempeño en el montículo, mantuvo una
efectividad de 2.10 mientras la media de la liga fue 5.00. Pedro ponchó 11.6
bateadores por cada nueve entradas mientras que transfería 1.7 por cada nueve
capítulos.
Ahora, con 41 años, y asistente especial
de la gerencia de los Medias Rojas, Martínez está orgulloso de decir que lo
logró, sin la ayuda de sustancias para mejorar el rendimiento.
“Se me negó la oportunidad con los
Dodgers, por ser pequeño y supuestamente frágil, pero estoy tan agradecido de
que no me dejé llevar. Estoy tan agradecido de que lo hice limpio, porque ahora
todo lo que hice luce más grande. Simplemente ir a casa y dormir bien en las
noches, sabiendo que hice todo de la manera que debía hacerlo me hace sentir
bien”, dijo Martínez.
"En mis años, 50 o 60 jonrones eran
una broma. Era común ver tipos que nunca esperaba pegar 40 palos. Era
diferente. No podía entender cómo alguien tan mayor lanzaba tan duro en agosto,
cuando es tan caliente y todo el mundo está cansado. Es una batalla cuesta
arriba y de repente estos tipos tiraban a 98 (millas) en agosto. Es irreal.
Ahora todo el mundo juega al mismo nivel", dijo Martínez.
Pedro Martínez es el lanzador de mayor
trascendencia en la República Dominicana y no de los mejores de todos los
tiempos.
El haber nacido en Manoguayabo y en un
hogar extremadamente pobre no impidió que acumulase los números para ir, sin
ningún obstáculo, al Salón de la Fama de Grandes Ligas.
Por todo esto y más, Pedro Martínez es
el máximo representante, en todos los aspectos, de Manoguayabo.
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