Por Lic. Ángela Peña, psicóloga*
Santo
Domingo Oeste.- La Inteligencia Emocional es la
capacidad de manejar inteligentemente las emociones. No dejarnos dominar por
ellas. Saber controlarlas, desembarazarse de los estados de ánimo negativos.
Normalmente se piensa que la
inteligencia se refiere sólo a la capacidad intelectual de cálculo matemático y
razonamiento lógico; en definitiva, al Cociente Intelectual (C.I.) medible a
través de los test de inteligencia, y que sirven para clasificar a las personas
según su resultado, generalmente utilizados en el ámbito educativo.
Pero más allá de esta concepción
tradicional, las nuevas investigaciones en Psicología nos plantean resultados
sorprendentes sobre la importancia de otras inteligencias que el ser humano
posee.
Los principales componentes de la
Inteligencia Emocional son:
-Auto-conocimiento emocional (o
conciencia de uno mismo): conocer cómo nos afectan nuestras emociones. Cómo
nuestro estado de ánimo influye en nuestro comportamiento. Auto-observación
interna continua.
-Auto-control emocional: dominio de uno
mismo, no dejarse llevar por las emociones del momento. No se trata de acallar
las emociones (eso nos llevaría a la apatía), sino que estas no sean
desenfrenadas, ya que nos conduciría a lo patológico. En definitiva, manejo de
las emociones.
-Auto-motivación (motivación): dirigir
hacia un objetivo nuestras emociones nos permite estar motivados, fijándonos en
las metas y no en los obstáculos.
-Empatía: reconocimiento de emociones
ajenas, saber interpretar qué le pasa al otro, por qué actúa de determinada
manera, etc. ayuda a comprenderlo y a realizar un análisis positivo.
-Habilidades sociales: las relaciones
interpersonales son muy importantes para nuestro bienestar, ya que siempre de
una u otra manera dependemos de los demás. Tolerancia, capacidad de
comunicación, saber persuadir, negociar, tranquilizar y armonizar, son algunas
de ellas.
*Lic. Ángela Peña, psicóloga.
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