Por: Andrés Travieso
Andrés Travieso. |
Santo Domingo Oeste.- La presidencia de
la República ha sido ocupada, en las últimas dos décadas, por cuatro
presidentes –Balaguer, Leonel, Hipólito y Danilo- de los cuales tres han
corrido tras la reelección: Balaguer, Leonel e Hipólito. Pero solamente
Balaguer y Leonel alcanzaron su objetivo reeleccionista.
Balaguer, para imponerse, apeló a
maniobras cuestionables lo que produjo la crisis política de 1994 y, en
consecuencia, fuerzas ajenas a los asuntos domésticos lo obligaron a firmar un
pacto por la democracia que puso fin a la incertidumbre que generó su última
reelección. El Zorro, con su ambición de poder, traumatizó la paz de la
sociedad dominicana.
Hipólito, quien arribó a la presidencia
de la República por el Partido Revolucionario Dominicano, organización que,
mientras la dirigió el líder de masas doctor José Francisco Peña Gómez, se
opuso abiertamente a la reelección, pero el ingeniero Hipólito mejía se enamoró
del “carguito”, por lo que hizo los aprestos para, cual Adán bíblico, comer la
fruta prohibida: la reelección.
Recordemos que la prohibición a la
reelección fue firmada con puño y letra por los principales líderes del siglo
XX: Balaguer, Peña, y Bosch estuvo representado por su secretario, Lidio Cadet.
Después de decenas de promesas de que no
optaría por la reelección, Hipólito, promueve, en 2002, una modificación a la
Constitución para quitar el impedimento a sus intentos reeleccionistas.
La historia es reciente, por tanto,
todos la recordamos, compra de legisladores (perredeístas y peledeístas),
expulsiones de dirigentes perredeístas y un largo etcétera. El señor Mejía fue
vencido por el candidato opositor, doctor Leonel Fernández, del Partido de la
Liberación Dominicana. ‘El Guapo de Gurabo’ fracasó y, de paso, marchitó los
principios del peñagomismo y lesionó la fuerza y la unidad del Partido
Revolucionario Dominicano.
Leonel Fernández, elegido presidente en
2004, con el camino abierto a la reelección. En virtud de que para Leonel la
fruta no es prohibida, opta por comerla con la particularidad de que tuvo que pelearla en el seno de la
familia con un hermano suyo, el licenciado Danilo Medina, su antiguo ministro
de la Presidencia.
Leonel, con los puños del Estado a su
favor, vence a Danilo. Y con la estrella en sus manos arranca en pos hacia la
búsqueda de la reelección, objetivo logrado al vencer al ingeniero Miguel
Vargas, del Partido Revolucionario Dominicano.
En 2012 Leonel amaga emprender el camino
de una tercera reelección, a sabiendas de la prohibición constitucional, pero
apelando a la figura del referendo. Fuerzas nacionales e internacionales frenan
los rugidos del León. La reelección de Leonel, aunque permitida nos dejó un
hoyo fiscal que no sabemos cómo brincarlo o cruzarlo. ¡Dios santo!
“Ahora vengo yo…ahora es mi tiempo”, es
el grito de Danilo Medina, actual presidente, y quien hasta ahora no ha
manifestado de que correrá en pos de la reelección.
La fruta para Danilo está prohibida pero
el legislador creó una rama para llegar a ella sin mayores tormentos: el
referendo. Analistas del patio ya comienzan a reflexionar que “el titán de
bronce” está en su mejor momento, que tiene encantada a la sociedad civil y
rebosante de amores a las masas.
Danilo ha aprendido de los errores de
sus antecesores, por tanto, su novedosa estrategia es que el pueblo lo aspire.
Faltan tres años para el 2016, donde los dominicanos asistiremos a otro torneo
político-electoral.
Tres años quizás son pocos o muchos…pero
son suficientes para producir la Ley del Referendo, para enamorar y ablandar
corazones duros y despejar las nubes que se ciernen en el cielo político
dominicano.
Danilo ha abrazado el Eclesiastés y sabe
bien que “debajo del sol todo tiene su tiempo”, por eso está trabajando hasta
los fines de semana. Y la recompensa ha sido una canción entonada por muchos:
“si sigue como va, le damos cuatro ma”. No se sorprendan si en el 2016 Danilo
Medina es candidato presidencial. ¿Acaso olvidamos que todos debajo del sol
tenemos nuestro tiempo?
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