Juan Terrero Pérez
Manoguayabo,
Santo Domingo Oeste.- ¿Ha oído usted hablar de Hallowen? Es
una fiesta conocida principalmente en Estados Unidos y Canadá, donde se celebra
el 31 de octubre, no obstante, las costumbres del Hallowen se pueden encontrar
en fiestas similares en otras partes del mundo.
Puede ser que tangan otro nombre, pero
en sentido general, tienen que ver con lo mismo: el mundo de los espíritus, los
muertos, las hadas, las brujas, incluso, el Diablo y los demonios; o sea, que
son fiestas paganas y diabólicas.
Una enciclopedia sobre tradiciones
estadounidenses explica: “Básicamente, el objetivo del Hallowen es contactar
con los espíritus, muchos de los cuales se dedican a intimidar o a asustar”.
Lo mismo ocurre con otras fiestas
similares; tienen raíces paganas y están íntimamente relacionadas con el culto
a los antepasados. Incluso hoy día, personas de todo el mundo las aprovechan
para comunicarse con los supuestos espíritus de los muertos.
Aunque el Hallowen, agregan algunos
religiosos que pidieron reservas de sus nombres, se considera una fiesta
estadounidense, cada vez se está celebrando en más países, pero añaden, que
pese a todo, la mayoría de la gente desconoce el origen pagano de los símbolos,
las costumbres y los elementos decorativos de dicha fiesta, muchos de los
cuales están relacionados con seres sobrenaturales y fuerzas ocultas.
Manifiestan que los seguidores de la religión wicca, que
practican brujería y ritos celtas, siguen llamando a la noche de Hallowen por
su nombre antiguo, Samhain, y la consideran la más sagrada del año.
Uno de los religiosos consultados dijo
que en una ocasión el diario USA Today citó las siguientes palabras de una
bruja: “Los cristianos no lo saben, pero están celebrando con nosotros nuestra
fiesta… y nos encanta”.
La fiesta de Hallowen es una
celebración antibíblica, refieren los
religiosos y agregan que la propia Biblia nos advierte: “nadie entre los tuyos
deberá practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir
de médium espiritista o consultar a los muertos”. (Deuteronomio 18:10).
En vista de todo lo anterior, ¿no cree
que merezca la pena investigar los oscuros orígenes del Hallowen y de fiestas
parecidas? Si lo hace, quizás decida unirse a las muchas personas que no
participamos en esta celebración.
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