*Por Licda. Ángela Peña
Ángela Peña. |
Santo
Domingo Oeste.- El trabajo bajo presión puede ser
entendido como aquel que se realiza en condiciones adversas de tiempo o de
sobrecarga de tareas, y que demanda mantener la eficiencia, y no cometer más
errores de lo habitual.
Muchos trabajos hoy en día tienden a ser
bajo presión, como puede constatarse con sólo mirar los avisos de empleo. Una
secretaria, un administrativo, un ejecutivo y un gerente, pueden estar
sometidos a exigencias similares de presión.
Otro factor que podrían citarse como
responsable del trabajo bajo presión es la polifuncionalidad, que se ha
transformado en algo común. Es decir, nadie hace solamente una tarea o función,
sino varias, y esto, desde luego, aumenta la carga de trabajo. También la
cultura de la respuesta rápida, en el sentido de responder lo mejor y más
rápido posible
Lo cierto es que no todos pueden
resistir bien el trabajo bajo presión. Hay personas que se abruman con rapidez
y, tarde o temprano, deben buscar empleos de menor presión, por la amenaza de
sufrir un cuadro de estrés.
En efecto, el trabajo bajo presión puede,
fácilmente, producir estrés, si la persona no está preparada o no sabe manejar
bien el estrés. Lo importante es que cada cual sepa hasta dónde “apretar el
acelerador”.
La mejor manera de lograr un buen ajuste
al trabajo bajo presión es organizar muy bien el tiempo; sin embargo esto no
siempre es posible, porque las múltiples funcionen desconectan al empleado de
lo que estaba haciendo y lo desconcentran. De ahí que mucha gente dice que la
hora más productiva de su trabajo es en la mañana, antes de que empiece a sonar
el teléfono y las interrupciones.
Otro factor que ayuda es la capacidad de
clarificar qué es lo importante y lo urgente, pues a veces las urgencias no
requieren, realmente, de una respuesta tan rápida. Como sea, aprender a
trabajar bajo presión es una demanda creciente del mercado laboral, y cada cual
debe aprender técnicas que le permitan sortear con éxito esta nueva exigencia.
Consecuencias
de trabajar bajo presión.-
Vivir nervioso o preocupado a causa de
la actividad laboral trae resultados muy negativos para el empleado. No
solamente se puede ver comprometido su desempeño sino también su salud.
Para los expertos, los síntomas más
frecuentas del estrés laboral son: preocupación, temor, inseguridad, dificultad
para decidir, miedo, pensamientos negativos, dificultades para pensar,
estudiar, o concentrarse, sudoración, tensión muscular, taquicardia, temblores,
molestias gástricas, dificultades respiratorias y dolores de cabeza.
Además de producir ansiedad, el estrés,
puede causar enfado, ira, irritabilidad, tristeza, depresión, y otras
reacciones emocionales, que también afectan el desempeño normal del trabajador.
Asimismo, una situación tensionante para el empleado
Superar
la presión.-
El trabajar bajo presión implica tener
control sobre las emociones y la mente para tomar decisiones rápidas y
coherentes. Se debe decidir cuánto tiempo se va a dedicar a cada tarea, dejando
lo más fácil para el final y dominar la frustración ante objetivos no
cumplidos, no siempre todas las situaciones dependen de una sola persona. Se
recomienda un pequeño descanso cada dos horas, aclarar ideas, decidir prioridades
ocupándose de sí mismo.
Al trabajar bajo presión la persona debe
conocer sus limitaciones y elegir objetivos que pueda cumplir, pues aumentará
su frustración en caso de no conseguirlos, con lo que deberá crear una
estrategia para cada logro que desee. Cuando termina la jornada laboral se debe
descansar, dedicando un tiempo al ocio y a dormir adecuadamente.
Si tienes alguna duda o alguna pregunta escríbeme e-mail: angelavii@hotmail.com
*Licda. Ángela Peña, psicóloga clínica.
como dice alli en el trabajo si te dicen trabajar bajo presion y no eres bien remunerado ya desde alli se estresa la gente. me paso a mi en una empresa donde tenia un cargo y ganaba lo mismo que otros companeros y decidi mejor buscar trabajo en otra empresa y realmente fue un cambio bien sano para mi vida
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