Por Raúl Germán B.
@raulredaccion
Maribel y Katherine Torres. |
Santo
Domingo Oeste.- Katherine Franchesca Torres, una joven
de 19 años, como toda mujer, tenía la gran ilusión de ser madre de un hijo sano
e inteligente.
Pero ella nunca se imaginaría que en el
lugar en donde están los que curan ella iba a ser contagiada por una perversa
bacteria.
Torres fue operada de cesárea en el
hospital Marcelino Vélez Santana el sábado 15 de junio y, desde ese día, su
vida es un verdadero infierno.
A ella la han diagnosticado con una
bacteria llamada Enterobacter Aglomerans, la cual, según ella, se le pegó en la sala de cirugía de mencionado centro de
salud.
Su herida aún no cicatriza por esta
bacteria, y lo que más le molesta a ella y a su madre, la señora Maribel Torres,
es el hermetismo con se maneja el hospital, para decirles lo que tenía su hija.
“Esto está poniendo en juego la vida de
mi hija, quien desde ese entonces está siendo sometida a curas y antibióticos a
diario”, describe apenada la señora Torres.
Ellas informan que se han encontrado con
otras pacientes que fueron operadas el mismo día, y acuden a lo mismo, porque,
también, fueron contaminadas.
Las fiebres y los dolores de cabeza no
cesan y están desesperadas. Exigen al Ministerio de Salud Pública poner más atención
a los hospitales, ya que en ellos una persona que va en busca de salud y solución
de algo y lo que hace es salir peor.
“Ahora, tenemos mucho temor de asistir
allí, pues no te hacen caso y lo peor es que tratan de ocultar la realidad,
siendo algo tan grave que pone en riesgo la vida de una persona. Solicitaremos, por vía de la Junta de Vecinos
del barrio Enriquillo, llegar hasta el director de ese centro para expresar las
quejas”, denunciaron.
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