Por
Federico Cabrera
Santo Domingo.-
Paul Eugène Magloire asumió como presidente de Haití el 10 de diciembre de 1950,
tras ganar unas elecciones que según se dice fueron influenciadas por el
dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo Molina… Magloire había sido
miembro de la junta militar que fue conformada tras el derrocamiento de
Dumarsais Estimé, con quien Trujillo tuvo serias diferencias.
A propósito, es
bueno destacar que desde el principio de la gestión de Estimé, Trujillo lo
consideró como su enemigo y para desestabilizar su gobierno, le ofreció refugio
y apoyo a exiliados haitianos, en particular al coronel Astral Roland, a quien
le gobierno dominicano le facilitó el acceso a “La Voz Dominicana” (ahora
Corporación Estatal de Radio y Televisión, CERTV) para insultar al presidente
haitiano y conspirar abiertamente.
De manera, que la administración de Paul
Magloire marcó el recalentamiento de las relaciones entre los dos países. Es
tan así, que el 19 de febrero de 1951, Trujillo y Magloire se reunieron en
Comendador, ciudad cabecera de la provincia Elías Piña, donde firmaron un
acuerdo de cooperación política, económica y social.
Sin embargo, esto no
significa que Trujillo confiara mucho ni poco en Magloire. El destacado
periodista y escritor Bernard Diederich (natural de Nueva Zelanda), que estaba
en el país en aquellos días de gran ebullición política, fue a Comendador para
cubrir las incidencias del encuentro entre los dos gobernantes de la isla.
En
su libro titulado “Una cámara testigo de la historia, El recorrido dominicano
de un cronista extranjero, 1951-1966”, Diederich dedica un aparte al singular
encuentro de Trujillo y Magloire en Elías Piña. “1951: El abrazo armado de
Rafael L. Trujillo y Paul E. Magloire”, es el título que el comunicador le puso
al capítulo en el que reseña el referido encuentro.
“Las ceremonias oficiales
comenzaron en la pequeña iglesia católica de Elías Piña con la celebración de
un Te Deum. Si alguien oró durante el Te Deum, es posible que fuera el ministro
de Relaciones Exteriores de Haití, Jacques N. Leger, que, al igual que muchos
otros funcionarios, despreciaba a Trujillo y requería del auxilio y la gracia
de Dios para cumplir con su deber en ese día en que reinaba el cinismo y la
hipocresía”, afirma Diederich… El destacado comunicador refiere que, tras la
firma del acuerdo binacional, Trujillo y Magloire se dieron un abrazo.
Sin embargo,
mientras los demás estaban centrados en los detalles protocolares, al
comunicador le llamó poderosamente el hecho de que Trujillo tuviera un revólver
en la cintura, debajo de su chaqueta... En la fotografía que tomó Diederich se
ve la "canana" del revolver que portaba Trujillo en la cintura, “en
una señal de desconfianza total o muestra de poderío”.
En 1954, cuando el
huracán Hazel devastó a Haití y los funcionarios del gobierno se robaron los
fondos de socorro, la popularidad de Magloire cayó, y en 1956 fue derrocado por
una huelga revolucionaria, siendo sustituido en 1957 por Francois Duvalier
(Papá Doc), quien, entre otras cosas, lo despojó de su ciudadanía haitiana.
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