El
camino que por 14 años labró Robinson Canó hacia el Salón de la Fama de
Cooperstown se puso, en un abrir y cerrar de ojos, resbaladizo y lleno de lodo.
Canó
dio positivo a la presencia de furosemida en un control antidopaje y será
sancionado por 80 partidos, lo que le hará perder prácticamente la mitad de su
salario de 24 millones de dólares correspondiente a esta temporada.
"Recientemente
me enteré de que he dado positivo a una sustancia llamada furosemida, que no es
una sustancia de mejora del rendimiento", dijo el pelotero de los
Marineros de Seattle en un comunicado publicado por la Asociación de jugadores
de MLB.
"Durante
más de 15 años, jugar béisbol profesional ha sido el mayor honor y privilegio
de mi vida. Yo nunca haría nada para engañar a las reglas del juego que me
encanta, y después de someterse a docenas de pruebas de drogas durante más de
una década, nunca he probado positivo para una sustancia de mejora de
rendimiento por la sencilla razón de que nunca he tomado una", añadió.
La
furosemida es un diurético, no un esteroide anabólico que mejora el
rendimiento, pero está igualmente prohibida porque se usa para enmascarar otros
fármacos igualmente ilegales.
Bajo
la actual política de drogas del béisbol, los jugadores no son suspendidos
automáticamente por el uso de un diurético, a menos que la MLB pueda probar que
se usó como agente enmascarante.
Canó
dijo que un médico licenciado en la República Dominicana le recetó la
furosemida para tratar diversas afecciones.
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