Pronunciamiento público sobre las perversidades comunicacionales en Sto. Dgo. Oeste

Por Raúl Germán B.

@raulredaccion

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Santo Domingo Oeste.- Yo no acostumbro a usar mi muro, este que es personal y para difundir noticias, para mencionar a nadie en particular. Esta vez lo haré, aunque no diré su nombre. Hay un "coleguita", atento a que cobra en el Ayuntamiento, para publicar y usar las redes en favor de su patrocinado, que ataca a los periodistas profesionales de aquí.

Eso está bien, si se ganó eso, bien. Lo que yo no puedo aceptar, y ya otros colegas dicen lo mismo, es que este señor, amparado en actos viles y mediocres trate, sin poder, claro está, de insultar nuestro trabajo.

Todos sabemos el poder de las redes sociales y, aunque este medio no recibe dinero de ninguna fuente ya es, por su calidad y propagación, un candidato perfecto para esto. Y les voy a recordar a esos dirigentes comunitarios y políticos que le hacen el juego a este mediocre, analfabeto, enano mental y falto de respeto que todos los medios del municipio Santo Domingo Oeste tienen su cantidad de lectores.

Nosotros ya hemos acumulado 25 mil entradas en cuatro meses y un poco más y somos el segundo medio de popularidad en el municipio y tercero en la provincia. Eso es una realidad que no se puede borrar, porque un grupo de tartufos lo quieran ignorar.

El día que yo deje mi postura de hombre prudente y diga algunas verdades por aquí, sí sabrán lo que es 'peine en cabello malo'. Por eso yo insto al jefe y protector de este señor, el propio alcalde, a que le dé una orden a su empleado para que deje en paz a los demás medios del municipio, o todos interpretaremos que es el propio alcalde el que lo manda a despotricar en contra de sus propios compañeros.

Nadie nunca ha visto eso, en ningún lado del mundo, que un tipo coja su espacio para tratar de desmeritar el trabajo de otros colegas, que en mi caso ya he sido profesor en 4 países, investigador y escritor; galardonado y reconocido por la comunidad internacional. No es posible que este tipo quiera darme clases de periodismo, uno que no conoce una sola regla ortográfica ni gramatical, junto con sus jefes. Así que no le voy a permitir a nadie que trate de jugar con mi honra ni con mi talento profesional. No hablo más del tema.