Por Francisco Luciano
Francisco Luciano. |
Santo
Domingo Oeste.- La relación entre el gobierno y la gente
es similar a la de un matrimonio donde, dependiendo del grado de comunicación,
habrá armonía y confianza o conflicto y descalificaciones mutuas.
Si la esposa no sabe cuánto gana el
marido, porque este no es transparente y le
oculta su nivel de ingresos, la mujer tiene derecho a pedirle al marido
que satisfaga sus necesidades, sus antojos y sus lujos; en cambio si ella sabe
cuánto son los ingresos del marido y cuál es la cantidad de recursos
comprometida con el pago de los servicios, de la alimentación y las medicinas,
ella se limitara a las posibilidades y hará el esfuerzo de contribuir a elevar los ingresos del hogar.
Cuando las autoridades de un municipio
son transparentes en el manejo de las informaciones y ponen en manos de la ciudadanía la cantidad
de recursos disponibles, la gente se limita a reclamar la satisfacción de las
necesidades que son prioritarias y posibles tratando de contribuir de alguna
manera a incrementar los ingresos del municipio como garantía para sostenerlo.
El concepto de participación ciudadana
está asociado con el derecho de la ciudadanía a participar de manera
activa en la elaboración de políticas
públicas, con lo cual se complementa y se la legítima al sistema
representativo.
Es la participación de la ciudadanía en
la construcción de políticas públicas la que otorga al gobierno municipal la capacidad de tomar las decisiones que
considera más convenientes y con la transparencia que se implementa al
incorporar la participación de la gente que son a fin de cuentas los dueños de
la localidad y quienes saldrán beneficiados o perjudicados de toda intervención
de gobierno.
Y
es que la participación de la gente agrega valor a la acción política, ya que cuando la
autoridad impulsa la participación está
permitiendo que esta, contribuya al buen gobierno de la ciudad,
aportando las ideas y las propuestas de
los ciudadanos sobre el municipio
para la toma de decisiones en los
asuntos públicos.
La ciudadanía puede hacer sus propuestas de manera
individual o por vía de sus
instituciones sociales y comunitarias en la dirección de mejorar la ciudad y las condiciones
de sus habitantes.
Para poder participar en la mejora del
municipio la gente debe ser informada de las distintas situaciones y acciones,
para que pueda reflexionar y hacer
mejores propuestas o validar las ejecuciones de la autoridad.
El Ayuntamiento está en la obligación y
el deber de proporcionar las informaciones adecuadas a la ciudadanía como garantía de los derechos de participación e
información para que la participación de la gente pueda ser de calidad, ya que
nadie puede cambiar la realidad que desconoce.
La participación de los ciudadanos y sus
instituciones junto a las autoridades del municipio debe conducir a una
concertación que tenga como propósito mejorar las condiciones de la localidad
para el disfrute de sus habitantes.
Las autoridades son las responsables de
promover los procesos de articulación entre las organizaciones sociales y
comunitarias sean estas sectoriales o territoriales evitando el conflicto e
imponiendo una cultura de cambios basada en el dialogo y la concertación entre ciudadanos
y gobierno.
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