Juan Terrero Pérez*
Papa Francisco. |
Santo Domingo Oeste.- “No juzguéis. Para
que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y
con la medida con que medís, os será medido”. Dice San Mateo 7: 1 y 2.
Quizás basado en esa sentencia bíblica ,
rechazó el papa Francisco juzgar las actitudes de homosexuales, cuando al final
de la jornada juvenil, desarrollada a finales del pasado mes de julio en San
Paulo, Brasil, proclamó, “Quien soy yo para juzgar a los homosexuales”.
El papa Francisco está dando cátedras de
humildad; humildad que tendrán que asimilar e imitar altos prelados católicos
que exhiben actitudes de prepotencias y altanerías ante sus fieles, mientras el
Santo Padre, muestra todo lo contrario a sus subalternos.
Durante todo el desarrollo de la
jornada, el papa Francisco demostró su gran sensibilidad humana, cuando en
muchas ocasiones rompió el protocolo y la seguridad para adentrarse a la
multitud para abrazar y besar a los humildes fieles que procuraban acercarse al
Pontífice.
Realmente, estamos ante un papa popular,
como hace tiempo nos teníamos. El papa Francisco es un prelado que se hace
sentir de carne y hueso. Su sencillez, así lo atestigua.
No hay dudas de que las acciones y
comportamiento del nuevo Papa Francisco, traerá al mundo y a la iglesia
católica, una nueva forma de vida y actuaciones. Esperemos.
*Juan Terrero es periodista y analista
político.
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