Santo
Domingo.- El presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo
Medina, se dirigió al pueblo dominicano este viernes 17 de abril para dar un
informe de la situación del país, ante el impacto del Covid-19
Discurso
completo:
“17 de abril de 2020
Pueblo dominicano,
No puedo comenzar estas palabras sin hacer
llegar mi más sincero pésame a todas aquellas personas que están sufriendo por
la pérdida de un familiar o un ser querido, como consecuencia de la pandemia.
Nuestros pensamientos están junto a ellos
y, por supuesto, junto a todos esos dominicanos y dominicanas que, aquí en
nuestro país y fuera de nuestras fronteras, están luchando en estos momentos
con la enfermedad.
Muchos de ellos quizás nos estén
escuchando desde su aislamiento y quisiera, de todo corazón, hacer que se
sintieran arropados por la fe y la solidaridad de todos nosotros, sus
compatriotas, que confiamos en su pronta sanación y los acompañamos con
nuestras oraciones.
Familia dominicana,
Es difícil aceptar cómo ha cambiado
nuestra realidad en tan poco tiempo.
Más de 2 millones 200 mil personas se han
contagiado en todo el mundo y más de 148,654 han fallecido en los últimos
meses, a causa del Covid-19.
Este enemigo invisible ha logrado detener
vuelos, empresas, comercios y ciudades enteras… Ha cambiado la forma en que
vivimos, trabajamos, compramos… Ha sido capaz de frenar hasta los abrazos.
Realmente, nunca habíamos vivido nada
igual.
Y, sin embargo, incluso frente a esta
difícil amenaza, la humanidad está saliendo adelante, está luchando sin
descanso por la vida y está encontrando nuevas formas de demostrar el amor.
Por nuestra parte, los dominicanos,
supimos reaccionar rápidamente, unidos y con responsabilidad, para reorientar
las prioridades de nuestras instituciones, de nuestras empresas, y también de
nuestra vida personal y familiar.
Vivimos en este momento una movilización
total de nuestros recursos nacionales para derrotar esta amenaza.
Tenemos a nuestros trabajadores de la
salud en primera línea de esta batalla, haciendo lo que saben hacer, salvar
vidas y preservar la salud de todos nosotros.
Tenemos a nuestras Policía Nacional y
Fuerzas Armadas desplegadas, haciendo un gran trabajo dando seguimiento a las
personas contagiadas y llevando seguridad a todas las calles del país
Tenemos a nuestros sectores productivos
centrados en producir todos los bienes esenciales que se necesitan, en grandes
cantidades y en distribuirlos de forma segura a la población.
Tenemos nuestras universidades y a
nuestros emprendedores buscando formas innovadoras de fabricar material
sanitario a la medida de nuestras necesidades.
Tenemos más de 3,000 voluntarios que han
acudido a nuestro llamado de ayuda. Médicos, enfermeros, terapeutas,
bioanalistas y muchos otros más, que están haciendo un favor impagable a
nuestra patria.
Tenemos al Estado dominicano plenamente
coordinado, trabajando sin descanso para dar respuesta en todos los ámbitos,
adaptándonos a una realidad cambiante y con una inquebrantable voluntad de
servicio.
Tenemos, en definitiva, muchas razones
para sentirnos orgullosos de la respuesta de nuestra gente, de la solidaridad
de este pueblo, de la unidad que estamos mostrando ante la adversidad y de la
capacidad de entrega y sacrificio de aquellos que hoy están al servicio de la
protección y el bienestar de todos.
Señoras y señores
Afortunadamente, incluso antes de que el
coronavirus llegará a nuestro territorio, empezamos a prepararnos para combatir
esta pandemia.
Tomamos medidas a tiempo, que han
demostrado ser cruciales.
Acondicionamos alrededor de una veintena
de hospitales en todo el territorio nacional, tenemos ya 3,186 camas de
internamiento y 124 de UCI con las que antes no contábamos.
Además, se han dispuesto 5,321 camas en centros de aislamiento para personas
sospechosas de estar contagiadas.
Garantizamos a toda la población la
cobertura médica de esta enfermedad, a través del SNS y sin copagos.
En paralelo, nuestra capacidad de hacer
pruebas PCR y pruebas rápidas se ha ido ampliando día tras día, con cada vez
más laboratorios ofreciendo el examen de manera gratuita.
Ya se han realizado más de 40,000 en todo
el país y estamos aumentando el ritmo. Actualmente se realizan en promedio
1,000 pruebas PCR diarias y a partir de la próxima semana las llevaríamos a
2,000 diarias.
A la vez, tenemos disponible para todos
los afectados y de forma gratuita el fármaco hidroxicloroquina combinado con
Azitromicina, que está dando resultados esperanzadores en muchos países del
mundo, especialmente de Europa y los Estados Unidos.
Por otra parte, aún en medio de la
inevitable guerra comercial que se está viviendo en el mundo para adquirir
insumos médicos, el gobierno dominicano está
proveyendo los productos de protección que necesita nuestro personal de
salud, al menor precio posible.
Y dispondremos de suministro permanente,
porque ya están en marcha los procesos de compra necesarios para garantizar que
así sea.
En concreto, ya se han recibido 1,250,000
mascarillas y en los próximos días se esperan 3 millones más que están en
proceso de entrega. Este fin de semana llegan 100,000 trajes de protección
personal y antes del miércoles llegaremos a 200,000. Asimismo, hoy se está
haciendo la adjudicación de 50,000 pruebas PCR y 100,000 pruebas rápidas
adicionales.
Dominicanos y dominicanas,
En paralelo con todas las medidas
destinadas a proteger la salud de la población, desde el primer momento tuvimos
en cuenta que esta situación tendría duros efectos sobre la economía de las
familias.
Por eso, dispusimos que la ayuda del
gobierno estuviera presente en cada hogar del país, como debe estarlo un padre
cuando sus hijos lo necesitan.
Y comenzamos por lo más esencial, la
alimentación de los dominicanos y dominicanas.
Ya se están repartiendo semanalmente más
de 1 millón 979 mil raciones entre alimentos crudos y cocidos y la meta de la
Comisión de Asuntos Sociales es distribuir 2,100,000 raciones por semana, en
todo el territorio nacional.
Raciones que están llegando de forma
segura, garantizando la inocuidad, evitando cualquier riesgo de contagio y, en
muchos casos, directamente en los hogares de las familias.
En este esfuerzo para cubrir las
necesidades de la población está volcado el personal del Plan Social de la
Presidencia, el INABIE, los Comedores Económicos, INESPRE, DIGEPEP, INAIPI,
CONANI y CONAPE.
Cubriendo las necesidades de los
estudiantes, de los niños más pequeños, de los ancianos y de todos aquellos que
en este momento necesitan una mano amiga.
Junto a esta iniciativa, y también para
garantizar los ingresos de las familias más vulnerables del país, establecimos
el programa Quédate en casa, con el compromiso de transferir entre 5 mil y 7
mil pesos al mes a un millón y medio de hogares debidamente identificados por
su bajo nivel de ingresos.
Quiero agradecer esta labor especialmente
a la Vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández y a su equipo, responsable de
la gestión del Sistema Unificado de Beneficiarios.
La eficiencia y transparencia con que han
puesto en marcha este plan, ha hecho posible que ya haya desembolsado la
primera quincena a los beneficiarios, por un monto de 4,100 millones de pesos,
que están llevando alivio a todos los Municipios y Distritos Municipales del
país.
Además, en el día de hoy 900,000 hogares
recibirán el pago de su segunda quincena y el lunes se completarán los 600,000
restantes.
Esto me permite afirmar que 8 de cada 10
hogares del país en pobreza y/o vulnerabilidad, ya están cubiertos por esta
iniciativa.
Además, contamos con un mapa detallado de
cobertura de los programas, para tratar de no dejar fuera a nadie que necesite
ayuda. Se ha trabajado con un gran nivel de detalle, de manera que se tiene
registrado barrio por barrio, donde debe llegar la ayuda. Eso ha permitido que
podamos reaccionar rápidamente si se detecta algún área donde la cobertura
avanza a menor ritmo.
Porque el único criterio para hacer llegar
la ayuda es la necesidad. Aquí no caben ni se van a tolerar tintes políticos,
discrecionalidades ni favoritismos. Las iglesias y organizaciones de la
sociedad civil que nos acompañan en la distribución pueden dar fe de todo ello.
Estamos atendiendo a las familias con el
objetivo de garantizar, como les he dicho tantas veces, que nadie se quede
atrás, que nadie se sienta en el desamparo.
Asimismo, pueden estar seguros que, ni
siquiera en estos momentos de emergencia, hemos admitido ni vamos a admitir
atajos que pasen por alto los principios de competencia, publicidad y transparencia claramente establecidos en
nuestra legislación para las compras públicas.
Hoy es más importante que nunca que cada
peso se gaste de forma eficiente y transparente. Por eso, como ya ha quedado
demostrado, si en cualquier área de la administración se produce una mala
práctica, habrá consecuencias rápidas y estrictas, de acuerdo a la ley.
Señoras y señores,
De la misma forma que hemos puesto todo
nuestro esfuerzo en llegar a los que menos tienen, estamos apoyando también a
los trabajadores y a sus empleadores, para garantizar que nuestra economía
pueda seguir sosteniendo a cientos de miles de familias cuyos jefes de hogar no
pueden acudir a trabajar o han visto fuertemente reducida su actividad y sus
ingresos.
Iniciamos el programa FASE, que desde el
pasado 8 de abril está cubriendo parte del salario de los empleados del sector
privado y ya ha realizado su primer desembolso a más de 707,000 empleados.
605,766 que están suspendidos y 101,959 del sector manufacturero que siguen
operando con reducción de jornada.
Este programa en sus fases I y II está
apoyando a 52,666 empresas en todo el país para que los empleos no se pierdan.
De esta forma, hemos hecho posible que
cientos de miles de familias pudieran quedarse en casa, en condiciones de
dignidad.
Además, desde que se declaró el Estado de
Emergencia Nacional, la Junta Monetaria entró en sesión permanente y cada día
va tomando medidas para que nuestro país pueda abordar de la mejor manera
posible la crisis económica que el mundo en su totalidad está sufriendo a causa
del coronavirus.
Hemos prorrogado y ampliado plazos para el
pago de impuestos, hemos otorgado más crédito a las empresas, hemos reducido
las tasas de intereses y congelado el pago de préstamos, entre muchas otras
medidas.
Y vamos a seguir apoyando a nuestros
sectores productivos, especialmente a aquellos que tienen en sus manos
garantizar la seguridad alimentaria de la población: a nuestros productores
agropecuarios.
Pueblo dominicano,
Ha sido un mes difícil para todos, muy
difícil, como nunca antes lo habíamos vivido.
Pero, como les decía al principio, también
ha sido un mes que nos deja lecciones positivas que no podemos olvidar.
Una vez más, hemos derrotado el pesimismo
que argumentaba que el dominicano, por su propia idiosincrasia, no es dado a
actuar con diligencia y disciplina.
Cuando ha llegado la hora de la verdad,
los dominicanos hemos realizado los sacrificios económicos y sociales que han
sido necesarios para proteger a los más vulnerables de entre nosotros.
De hecho, según muestra el estudio de
movilidad de Google, estamos entre los países que mejor ha cumplido con las
medidas de aislamiento social del mundo.
Millones de dominicanos y dominicanas han
actuado con rapidez, con responsabilidad,
con solidaridad y, ante todo, con conciencia.
Y el resultado de esas actuaciones se está
comenzando a ver.
Hoy sabemos que estas cuatro semanas de
aislamiento y de sacrificio colectivo están dando sus primeros frutos. Por eso
quiero que estas palabras de hoy sean también palabras de agradecimiento.
Agradecimiento a todas aquellas
organizaciones y países amigos que nos han hecho llegar sus aportes al Estado
Dominicano: A la OMS y la OPS, al gobierno de China, al gobierno de India, al
Banco Centroamericano de Inversiones, al Banco Mundial, al CONEP y a una
cantidad de empresarios individuales que han hecho también aportes
significativos.
Agradecemos también a los partidos
políticos que se han desprendido de sus escasos recursos para apoyar la lucha
contra la pandemia.
Agradecemos, una vez más a todos aquellos
que día a día ponen en riesgo su vida para sanar a los enfermos, para llevar
seguridad a las calles, para proveer de alimentos y servicios esenciales al
país. Todo lo que diga es poco para poner en valor la entrega que están
demostrando.
Y, por supuesto, agradecemos también, y
por encima de todo, al pueblo dominicano.
Porque, poco a poco, con la ayuda de
todos, estamos logrando nuestro gran objetivo.
Y me encantaría poder decirles que nuestro
objetivo es que no haya ni un solo enfermo más, pero debemos ser responsables y
no voy a prometer cosas imposibles.
Nuestro objetivo, al igual que el de todos
los países del mundo en este momento, es ralentizar el avance del virus, para
poder dar una respuesta adecuada a los afectados y minimizar los riesgos.
Para que entendamos mejor la importancia
de este dato, les diré que países como España presentaban números mucho más
dramáticos que los de nuestra nación cuando se encontraban en la fase de la
enfermedad en la que nosotros estamos ahora.
En concreto, durante la fase del virus que
atraviesa la República Dominicana en estos momentos, por ejemplo España, Italia
y Francia, duplicaban el número de contagiados cada cinco días, mientras que
Estados Unidos tardaba menos de tres días. República Dominicana tardó en
duplicar la cifra de afectados 8.6 días.
Con eso hemos logrado que no se produzca
una avalancha sobre nuestros hospitales que pudiera desbordar su capacidad.
De esta forma, los pacientes que han
debido ser ingresados han podido recibir la atención que necesitaban.
Dicho de forma muy clara, el descomunal
esfuerzo colectivo que estamos haciendo todos y cada uno de los dominicanos
está sirviendo para salvar vidas.
Tomemos por un momento una perspectiva más
amplia, como siempre conviene hacer en la lucha contra una pandemia global.
Hoy hay más de una decena de países en
nuestro continente que, lamentablemente, presentan una tasa de muertes en
relación con el número de contagios mayor que la nuestra.
Veamos un ejemplo comparable en número de
personas a nuestro país y donde la pandemia inició el mismo día que nosotros:
la ciudad de Nueva York.
La ciudad de Nueva York tiene ahora
123,146 casos y, lamentablemente, 11,477 fallecidos.
Es decir, 1,466 casos por cada 100,000
habitantes y 136 muertos por cada 100,000 habitantes.
Nuestro país, en este momento, tiene 4,126
casos y 200 fallecidos.
Es decir, 36 casos por cada 100,000
habitantes y 1,8 muertos por cada 100,000 habitantes.
Esa gran diferencia es lo que hemos
logrado gracias a la ayuda de todos ustedes.
Y pueden creerme si les digo que realizar
esta comparación es especialmente difícil para nosotros en este momento, porque
esas cifras de Estados Unidos son terriblemente dolorosas para los dominicanos
también.
Esta semana sostuve una conversación con
el alcalde de Nueva York y me confirmó que el 34% de los fallecidos allí son
latinos. Me comentó además, que de la colonia de latinos residentes en la
ciudad de Nueva York, los dominicanos son la mayoría, pero también me informó
que la colonia de los dominicanos son los que viven en una situación de mayor
vulnerabilidad.
Al día de hoy han muerto 11,477 personas
en la ciudad de Nueva York, de los cuales el 34% son latinos, lo que equivale a
decir que han muerto por lo menos 3,902 personas de origen latino y si los
dominicanos somos la mayoría de ese porcentaje, eso nos hace pensar que varios
cientos de dominicanos han perdido la vida en la ciudad de Nueva York.
Lo que está ocurriendo allí es devastador.
No tengo palabras para expresar mis condolencias con todas esas familias.
Nuestro mayor deseo para todos y cada uno
de los países afectados por esta plaga es que la situación evolucione
favorablemente y que sus ciudadanos sanen lo antes posible.
Aquí no caben competiciones, todas las
naciones de la tierra estamos enfrentando al mismo enemigo. Este virus no
entiende de fronteras y mientras haya un núcleo activo en alguna parte del
mundo todos tendremos que estar alerta.
Tampoco hay espacio para politizar ni para
tratar de sacar ventajas electorales de la situación. El lugar protagonista en
este momento le corresponde a los expertos, a quienes tienen en sus manos
salvar vidas.
Por eso, nuestra obligación es seguir
actuando con la máxima responsabilidad, con efectividad y sumando nuevas
medidas diariamente de acuerdo a la evolución de la pandemia. Y eso estamos
haciendo.
Actualmente contamos con operativos de
respuesta específica en todas las áreas especialmente afectadas: Santo Domingo
y el Distrito Nacional, Provincia Duarte, La Vega y Santiago, entre otras para
garantizar que cuenten con la capacidad necesaria.
Asimismo, se ha establecido un operativo
bien estructurado de 100 brigadas, encabezadas por la dirección sanitaria de
las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en coordinación con el ministerio de
Salud Pública, distribuidas en todo el país, que visitan en sus hogares a todos
los casos positivos que identifican los laboratorios.
En esa visita comprueban el estado de
salud de cada persona, si necesita o no ser hospitalizada y, en caso de no
necesitarlo, si tiene condiciones para el aislamiento en el hogar o debe ser
trasladado a uno de los espacios establecidos por el gobierno con ese fin.
Asimismo, esas brigadas facilitan
medicación a los enfermos y le dan seguimiento al tratamiento, al estado de
salud de cada afectado y a la cadena de personas con los que los contagiados
tuvieron contactos, a quienes les efectúan las pruebas correspondientes.
En paralelo con estos operativos y
brigadas, que nos permiten identificar cualquier foco de contagio y darle
respuesta efectiva, contamos también con una plataforma de seguimiento
epidemiológico que, mediante un sistema de inteligencia artificial, nos permite
no solamente saber al detalle lo que está ocurriendo, sino hacer diferentes
proyecciones sobre la evolución de la pandemia. De esta forma, contamos con la
información necesaria para orientar las acciones, saber si es necesario
reforzar las medidas y calcular también cuando podríamos estar listos para
comenzar a desmontar algunas de las restricciones.
A la luz de los datos que tenemos hoy, lo
cierto es que, si bien estamos acercándonos a la meseta del contagio, no
estamos todavía en situación de poder bajar la guardia.
Reducir las restricciones en este momento
podría llevarnos a un nuevo pico de contagios que no podríamos controlar. Por
eso, quiero anunciar hoy que el toque de queda se ampliará hasta el 30 de
abril.
Seguirá aplicándose de 5 de la tarde a 6
de la mañana, pero se ampliará la vigilancia en las calles y se endurecerá el
control policial y militar para todo aquel que no esté haciendo desplazamientos
estrictamente necesarios en horario de 6 de la mañana a 5 de la tarde.
Asimismo, se declarará de obligatoriedad
que las personas se cubran la cara en espacios públicos. Si no cuentan con
mascarillas, con aquello que tengan a su alcance. Pero deben protegerse, por
ellos y por los demás.
Créanme; es mucho lo que podemos perder si
en este momento dejamos de acatar las normas de distanciamiento físico y
aislamiento que con tanta ejemplaridad hemos mantenido hasta ahora.
Aún no es tiempo de retornar a la
normalidad. Es tiempo de cuidarse y de cuidar a los que más queremos,
especialmente a las personas mayores. Recordemos que el promedio de edad de los
fallecidos en la República Dominicana como consecuencia de la epidemia es de 62
años.
Pensemos en ellos y en todas aquellas
personas con condiciones de salud delicadas. Aseguremos su salud y
tranquilidad.
Dominicanos y dominicanas,
Juntos, estamos atravesando los momentos
más críticos del contagio antes que el resto del continente y hemos logrado
hacerlo de forma contenida. De la misma forma, gracias a las decisiones tomadas
y a la firme cooperación de este pueblo, estoy seguro que saldremos adelante
antes que otros países de la región.
Por eso, desde el gobierno, además de
seguir ayudando a la población a sobrellevar este difícil presente, estamos ya
trabajando también en la planificación del futuro próximo, que debe
encontrarnos listos para retomar la senda de crecimiento tan pronto como sea
posible.
Y, en este aspecto, aún ante las actuales
dificultades, tenemos motivos para mantener el ánimo positivo, pues los últimos
informes económicos de diferentes organismos internacionales, entre ellos el
Banco Mundial, nos dicen que nuestro país será el único que no caerá en
recesión en el continente, gracias a la resiliencia y diversidad de nuestros
sectores productivos y económicos.
Cuando el momento llegue, y confiamos en
que sea pronto, tendremos listo un paquete completo de medidas de estímulo
económico, dirigido especialmente a nuestras micro, pequeñas y medianas
empresas, que sabemos están llevando una parte muy pesada de la crisis en este
momento.
A todos aquellos profesionales que están
preocupados, desde las peluqueras hasta los electricistas y los pequeños
comercios les digo: Vamos a estar ahí para ustedes, vamos a ayudarlos a volver
a la normalidad y sacar adelante a sus familias.
Y a todos los actores económicos, también
les garantizo, vamos a acompañarlos en ese esperado momento de la reapertura y
saldremos fortalecidos de esta prueba, estoy seguro de que así será.
Pueblo dominicano,
Como les dije al principio, es un gran
orgullo ser su presidente y es también un trago amargo tener que dirigirme
nuevamente a ustedes para exigirles nuevos sacrificios, sin embargo, no hacerlo
sería una grave irresponsabilidad.
Les pido, una vez más, que nos ayuden a
salvar vidas, que nos ayuden a mantener espacio en los hospitales para que
nunca nos veamos ante la difícil decisión de a quien ofrecer un respirador y a
quien no. Les pido, en definitiva, que sigamos poniendo la vida en primer lugar,
el bien de todos en primer lugar, la salud de los más débiles en primer lugar,
la solidaridad con nuestros compatriotas en primer lugar.
Armémonos de paciencia, de disciplina y,
sobre todo, de amor al otro.
En estos tiempos donde no caben los abrazos,
la nueva forma de demostrar el amor es quedarse en casa, es respetar las
normas, es protegerse el rostro y lavarse las manos, es mantener la distancia.
Cada una de esas acciones y gestos, en estos días, es una muestra de amor.
Quédense en casa. Quedémonos hasta que las
estadísticas nos permitan establecer que es seguro comenzar a abrir, poco a
poco, las puertas a la actividad normal.
Quedémonos sabiendo que este esfuerzo que
ahora hacemos parecerá pequeño cuando, dentro de un año, podamos mirar atrás y
decir que logramos salir con bien de este difícil momento.
Cuando eso ocurra, yo ya no seré su
presidente, pero jamás dejaré de estarles agradecido por su entrega y
sacrificio en esos momentos en que su Patria más los necesitaba.
Jamás dejaré de sentirme orgulloso de este
pueblo, que no se deja vencer por ninguna dificultad, que lucha siempre con
todas las fuerzas a su alcance y que sabe ponerle una sonrisa a la adversidad,
por difícil que eso parezca.
Con la ayuda de Dios Todopoderoso y con la
voluntad férrea de todos ustedes, esta prueba pasará, como han pasado tantas
otras, para gloria de nuestra historia y nuestra nación y, en esta ocasión,
todos y cada uno de ustedes, serán los protagonistas y los héroes.
Que Dios los bendiga.
Buenas noches.
Y muchas gracias”.