Por: Tamara Valdez San Pedro*
Santo
Domingo.- En el año 2000 se estableció el ‘Día Internacional
de la Defensa del Ecosistema Manglar’, eligiéndose para su celebración el 26 de
julio, fecha muy significativa para el movimiento latinoamericano, encabezado
por la Red Manglar.
El 26 de julio se conmemora aquel día de
1998 en que Hayhow Daniel Nanoto, activista de Greenpeace, originario de
Micronesia, murió de un paro cardíaco, mientras participaba de una acción de
protesta masiva encabezada por FUNDECOL y Greenpeace Internacional.
Durante esta acción, la comunidad local
de Muisne se sumó a las ONG para desmantelar un estanque de camarones ilegal en
un intento por recuperar esta zona dañada y volverla a su estado anterior de
manglar. A partir de la muerte de Hayhow, FUNDECOL y otros han conmemorado esta
fecha como el día para recordar y renovar los esfuerzos para salvar los
manglares.
En 2003, Mangrove Action Project y la
Red Manglar aunaron sus fuerzas para alentar a los pescadores de todo el mundo
a que se les unieran en el ‘Día de la Defensa del Manglar’, formando flotillas
en protesta contra la expansión destructiva del cultivo del camarón en sus
zonas. Este llamado a la acción obtuvo respuestas positivas de Bangladesh,
India, Malasia, Ecuador, Brasil, Colombia, México, Honduras, Nigeria, Senegal,
Kenya, Europa y EEUU.
¿Qué
es el ecosistema manglar?
Es un conjunto de hábitats con
características acuáticas y terrestres, conformado por bosques hidrófilos
leñosos y cientos de especies de fauna, además de micronutrientes y componentes
abióticos, suelo y agua circundantes.
Los manglares, especies vegetales
dominantes en el ecosistema que lleva su nombre, conforman masas forestales muy
densas, con alturas diversas que llegan en algunas especies hasta 30 metros de
altura.
Estas especies se sitúan sobre terrenos
anegados, fangosos y arcillosos, en zonas intermareales y se ubican
ordenadamente de acuerdo con su resistencia a la sal. Pueden adaptarse a
diferentes grados de salinidad, ya que están en contacto con agua marina, en
combinación con agua de la desembocadura de los ríos, por lo que se les conoce
como plantas halófitas.
Es propio de las zonas costeras, incluye
bosques de mangle, esteros, canales, lagunas, entrantes, islas, islotes, áreas
salinas y suelos fangosos. Constituye un humedal, ecosistema de transición
entre el ecosistema marino y el de tierra firme.
En marea alta se observan las copas de
manglares sobre el agua y en marea alta, sus raíces aéreas, que captan el
oxígeno y lo transmiten hacia las raíces enterradas; luego los nutrientes del
agua de mar circulan por la planta, expulsando por sus hojas la sal.
Estos asombrosos mecanismos permiten a
los manglares sobrevivir en un suelo sin oxígeno y con altas concentraciones
salinas y aprovechar los sedimentos de los ríos.
Las especies de manglar a nivel mundial,
existen unas 55 especies, de las cuales sólo cuatro están presentes en la
República Dominicana:
• El
mangle rojo (Rhizophora mangle)
• El
mangle blanco (Laguncularia racemosa)
• El
mangle prieto (Avicennia germinans)
• El
mangle botón (Conocarpus erectus).
En la República Dominicana, existen 20
áreas con ecosistemas de manglares,
abarcando un área de por lo menos 293 kilómetros cuadrados. De acuerdo al
Cuarto Informe Nacional de Biodiversidad: República Dominicana; Convenio de
Diversidad Biológica (CDB): Santo Domingo, 2010 del Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, las zonas donde se encuentran las mayores
extensiones de manglares son: la bahía de Manzanillo, el parque nacional Los Haitises y las desembocaduras de los ríos
Soco e Higuamo.
La importancia de estos ecosistemas es
por su alta producción orgánica. Promueven la biodiversidad, teniendo una fauna
muy abundante, la misma puede ser terrestre, marina y propia del manglar, por
lo que podemos encontrar diferentes especies de peces, crustáceos, conchas,
caracoles, aves, reptiles.
Los manglares sirven para proteger
contra la erosión costera, por consecuencia del oleaje y las mareas.
Estabilizando los terrenos costeros contra los eventos climatológicos de gran
impacto. Ayuda a mantener la calidad del agua.
¡Los manglares son vida, cuidemos,
conservemos y protejamos nuestros manglares, por un país verde-azul!
*La autora es gerente de Proyectos y
Manejo Ambiental de Metales Antillanos, S. A. y Secretaria General de la
Asociación de Empresas de la Zona Industrial La Isabela (ASEZILI).
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