Por Tania Ferreira
Barrio
Enriquillo.- El lunes pasado bien temprano en la
mañana, me invito una vecina a tomar una taza de café recién colado, cosa que
no pude negarme pues tomar una taza de café recién colado en buena compañía no
tiene precio. Eran esos de las 7:10 de la mañana, pues acababa de despedir a mi
hija que ya se iba al colegio.
Mi amiga y yo hablamos de todo un poco, su
salud, el vecindario, la delincuencia, ha pero no se podía quedar la política, si es que ya estamos en un año
preelectoral, y en 2016 se avecinan las elecciones, ella ansiosa de contarme la
experiencia vivida me tocó el tema, pero
la verdad yo, tomando esa taza de café, quería hablar de cualquier cosa
menos de política.
Les cuento la anécdota que vivió mi vecina, una mujer joven y madre soltera,
profesional graduada, integrante del Movimiento Mujeres de Cambio y Superación;
me dice que fue invitada por una persona, no diré el nombre para no faltar a la
ética, pero ese alguien la invitó a una reunión política, esto no tiene nada de
malo, claro está, pero es el fondo y la forma lo que dañó el momento para mi
amiga; lo que más sorprendió a mi vecina fueron las cualidades de ese político
o magnate, al cual le invitaron a conocer.
- Ven a una reunión a ‘X’ hora de un
político que aspira a ‘X’ cargo, ¡oh sus
cualidades es que tiene muchos cuartos para gastar!, ¡oh sorpresa de mi
amiga!
-“Pero no estoy en política”, dice mi
amiga, a lo que ese alguien le contesta, “pues si no te metes a política no vas
a conseguir lo tuyo, yo estoy con los políticos que tienen sus cuartos para
gastar y que me den lo mío”, no sabiendo ella que esta mujer a la que le
acababa de dar esas explicaciones tan llenas de ignorancia se frustró más de lo
que estaba de los políticos.
Dice mi amiga: “¿será posible que
alguien este siguiendo a otro por un verdadero deseo de ayudar al colectivo y
no de llenarse los bolsillos como quieren hacer la mayoría?”.
Es muy penoso ver este tipo de acciones
por doquier, ese alguien nunca dio el nombre del famoso político, pues solo le
interesaba atraer gente con el fin de que esa persona daba, porque tenía sus cuartos
para gastarlos.
¿Quién era ese político?, ¿qué profesión
tiene?, ¿qué cualidades?, ¿qué valores?, ¿qué sentimientos le acompañan para
hacerle merecedor de un cargo público?,
y de que un grupo de seguidores honestos y de vocación de servicio le sigan.
Estamos llenando la sociedad de cosas
vacías, gente apáticas, de arrogancias, de intereses propios, estamos
pareciendo ser familia del “Príncipe de Maquiavelo”, que se llevó todo a su
paso, con el único fin de lograr su objetivo. Recuerdo su frase célebre: el fin
justifica los medios.
A mi amiga y vecina, integrante del
Movimiento Mujeres de Cambio y Superación no tuve más que felicitarla por
negarse a ir a un lugar engañada, claro entre comillas, con una paleta
envenenada, ella sin darse cuenta se convirtió en una verdadera política
autentica, de esas que sí valen la pena tener a tu lado. No pensó en 200 ni 100
pesos que le fueran a regalar hoy, sino en una verdadera razón que le asegure
un mejor futuro para ella y su hija.
Terminé mi último sorbito de café que
quedaba en la taza, ese que tiene un melao sabroso, y doy gracias a Dios por
haber hecho cosa que nunca acostumbro y es sentarme tan temprano en una casa
del vecindario, pero por el rico café, y por todo lo demás valió la pena.
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